ENSEÑANZA DE LA HISTORIA



Enseñar historia. Nuevas propuestas (1)

La temporalidad como parte de los objetivos de la enseñanza de las ciencias sociales y en particular de la historia
¿Cómo reconducir los estudios sobre el pasado para encontrar sentido al presente individual y social? ¿De qué manera la enseñanza de la historia puede colaborar en la comprensión del presente, en la adquisición de la temporalidad?
La vida y las acciones humanas se desarrollan en el tiempo; en un tiempo que vive y se experimenta personalmente pero que no está inmerso en un tiempo social que lo enmarca, lo contextualiza y lo explica. La experiencia del tiempo se adquiere desde el nacimiento al interior del grupo y de la colectividad, en contacto con las personas y con las cosas. De esta experiencia emana una cierta conciencia de temporalidad, de percepción mental de tiempo, que cambia y de modifica con la edad y con nuevas experiencias. La temporalidad constituye un elemento fundamental de la personalidad individual y es un aspecto esencial de la construcción social de la realidad.

El concepto tiempo
El tiempo afirmaba Piaget (1978), es la coordinación de los movimientos y no puede ser percibido y concebido independientemente de los seres o de los acontecimientos que lo llenan. El tiempo que estudian las ciencias sociales y la historia es el tiempo que expresa los cambios en las personas, las cosas, las sociedades, el presente, el pasado y el futuro.

El tiempo social varía según la realidad a la que se refiere y según el colectivo o grupo humano al que se aplica. Es un tiempo plural que actúa arrítmicamente, por movimientos internos de tipo discontinuo. Diferente del tiempo lineal, acumulativo, de los calendarios y del tiempo cíclico de los días y las noches.  Un tiempo cuyos orígenes siempre hay que buscarlos en el pasado, en la historia.











  
Nuevas propuestas (2)
El tiempo histórico
La relación dialógica entre el pasado, presente, futuro es lo que da sentido a la temporalidad. Establecer una correcta relación entre ellos ha de ser una de las principales finalidades de la enseñanza de la historia, pues uno de los fundamentos básicos  de la formación de la temporalidad consiste en poseer la capacidad de percibir y comprender la dimensión histórica de la realidad.

El tiempo histórico ordena y explica el conjunto de cambios que se produjeron en el seno de una sociedad y la modificaron, la hicieron evolucionar. Estos cambios afectan a los fenómenos sociales más generales como a los aspectos de la vida cotidiana. Para la comprensión del tiempo histórico es imprescindible conocer la duración de los distintos fenómenos que tienen lugar en el interior de una sociedad, de un colectivo humano.
Según Braudel se pueden establecer tres tipos de duraciones:
*    Tiempo corto:  Acontecimientos
Ha de ser en gran medida el punto de partida de la enseñanza de la historia y de la formación de la temporalidad. Puede y debe servir para ejemplificar un comportamiento o un fenómeno social  cuyas raíces o cusas habrá que buscar en cambios más profundos, en el tiempo de las estructuras o de las coyunturas.
                    
*    Tiempo medio: Coyunturas

Además de caracterizar unos momentos globalmente, permite observar los cambios parciales que se producen en el interior de cada sociedad. Así los historiadores hablan de coyunturas sociales, económicas o políticas.
     
*      Tiempo largo: Estructuras 

 Según Vilar expresan un tipo de realidad social total, puesto que engloban en las relaciones a la vez cuantitativas y cualitativas, que se rigen todas en una interacción continúa.


Enseñar historia. Nuevas propuestas (3)



Las mediciones temporales 

*    La cronología    cuya función consiste en enmarcar en el tiempo todos los fenómenos históricos.
Actúa por repetición igual y homogénea, por unidades idénticas (día, año, siglo, etc.) en un continuo, con una acumulación cuantitativa que se traduce en un aumento matemático de cantidad. Es un instrumento técnico de medida y un instrumento social de referencia para la regulación de las acciones individuales y colectivas.
El dominio de la cronología permite orientarse en el tiempo, es decir, saber cuando pasan, han pasado o pasarán las acciones  o los fenómenos entre sí según hayan pasado  antes o después (la sucesión) o pasen a la vez (simultaneidad). Permite establecer sucesiones diacrónica poniendo de relieve las diferencias existentes entre distintos procesos históricos y sincronías históricas entre procesos o acontecimientos paralelos.
La cronología es, pues, el soporte necesario e imprescindible del tiempo histórico, pero no se puede confundir con él. Es una condición necesaria para entenderlo, pero no suficiente.

*    Las periodizaciones          Desde el punto de vista educativo es un elemento indispensable para organizar y secuenciar los fenómenos históricos y la evolución de las sociedades. Pero también es un elemento problemático porque el propio hecho de periodizar  supone poner límites, buscar fronteras de los cambios y las duraciones.
Hoy no se puede considerar que el conocimiento histórico se base exclusivamente en saber cuando pasó el fenómeno  o que pasó en tal fecha, sino lo que caracteriza el conocimiento histórico es el proceso y el contexto que explica la fecha, el acontecimiento, que utilizamos como referencia cronológica.


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Les comparto un video sobre periodizaciones